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Fiestas


FIESTAS PATRONALES DE LA VIRGEN DEL ROSARIO Y DE SAN ROQUE

 

rosarioDepende del calendario, en el año 2003, desde el 12 hasta el 16 de agosto.

A lo largo de la fiesta hay varias procesiones con la imagen de la patrona por las calles del pueblo, en la primera de ellas tienen lugar las avanzadillas de moros y cristianos. Se llevan a cabo encierros de reses bravas (la vaquilla del aguardiente).

La primera noche hay un acto en la plaza principal en la que se eligen la reina de las fiestas y sus damas de honor.

Tienen lugar carreras de sacos, concursos de redacción y dibujo, de baile, carrera de cintas, carrera de burros, corte de troncos, tirada de cuerda, cucañas, concurso de natación y maratón desde Carchelejo a Cárchel.
Se realiza una ofrenda floral a la patrona, con ramos que aporta el ayuntamiento.

Tiene lugar un desfile de gigantes y cabezudos.

La función de moros y cristianos representa la siguiente escena:

La imagen de la virgen es tomada tras varios intentos infructuosos por el ejercito moro en la procesión del día 14 por la tarde y es llevada al castillo, construido de madera para tal propósito en la plaza. Por la mañana los cristianos intentan asaltar el castillo pero no lo consiguen, es cuando el rey cristiano manda una embajada que discute con el moro sobre la religión cristiana y la Virgen, terminando con una nueva escaramuza y la victoria de los cristianos. Los trajes son de vistosos colores, destacando los del ejercito cristiano, que lucen ramos de flores en sus sombreros.

Curiosas son también las luchas entre los ejércitos, con unos movimientos que recuerdan antiguas danzas de paloteos.

Durante la presentación se producen numerosos disparos de escopeta, y al terminar, pasaran las parejas por el trono de la Virgen, aun en el castillo, y una vez en lo alto, con la escopeta en las manos de ambos, disparan algunas salvas al aire.
Además de las alboradas y conciertos que tienen lugar durante los dias de fiesta por la banda de musica, existe la costumbre de “Los muñiores”, grupos de jóvenes que al son de campanillas salen en la madrugada que media entre las representaciones de los moros y cristianos cantando coplas de invitación al rosario que tendrá lugar al amanecer:

 Es María la blanca paloma
que santo Domingo la vio volar,
y advirtió que en el pico llevaba
las cincuenta rosas del santo rosal.

 Alegraos princesa divina
Que hemos dao la vuelta por to el lugar
corriendo las calles y plazas
pa que tu rosario vengan a rezar

La parroquia organiza los actos de iglesia. El ayuntamiento los concursos, competiciones, bailes, becerradas, etc. Y la cofradía del Santo Rosario la salida de los munidores y procesiones de la Virgen. Los Moros y Cristianos se organizan en la actualidad por una asociación cultural.

 

 HISTORIA VIVA DE UN PUEBLO Y SUS GENTES

Son las cinco. Madrugada del 14 al 15 de agosto en la localidad de Carchelejo. El grupo de munidores hace ya un rato que recorren las calles de la localidad cantando coplas pupulares, acompañados de almirez y botellas rizadas suenan al compás de alguna que otra botella de anís para aclarar la garganta . La función de estros munidores es despertar a la poca gente que se encuentra durmiendo para que acudan a acompañar a su patrona durante el Rosario de la Aurora, que se celebra a las 6 de la mañana.

Mientras esto ocurre por las distintas calles, en la plaza de la Constitución, plaza central del pueblo donde se encuentra la Iglesia y el Ayuntamiento, hay una cambio de guardia. En el castillo morisco levantado delante de la fachada del Ayuntamiento, las tropas moras custodian la imagen de la Virgen del Rosario, patrona de Carchelejo. Cada hora va rotando la pareja de guardianes.

 Esta imagen es el trofeo que la tarde anterior le han ganado a las tropas cristianas. La tarde del día catorce, las tropas cristianas salen en procesión con la imagen de la Virgen del Rosario por las calles de la villa, durante su recorrido son sorprendidos en diferentes lugares por el bando moro que les tienden emboscadas a modo de avanzadillas. Las luchas van acompañadas de la expectación de multitud de público y de los disparos, salvas y cohetes que dejan en el ambiente un impresionante olor a pólvora. Ya casi al final del recorrido, los moros consiguen arrebatarles a los cristianos la imagen de la Virgen.

Estas celebraciones se estructuran en un alegato continuo a la situación de frontera que vivió durante muchos años esta tierra, donde los tiempos de convivencia iban precedidos de otros de guerras de guerrillas y continuas incursiones a un lado y a otro de la frontera.

Esto fue la tarde anterior, ahora la mañana está rayando, el día quince está amaneciendo. Los munidores hace un momento que han vuelto de hacer su recorrido por las calles del pueblo y esperan que dé comienzo el Rosario de la Aurora. Tras éste, hay que reconciliar el cuerpo con un chocolate calentito y una buena rosca de churros. El estómago lo agradece y el cuerpo acopia fuerzas suficientes para ir a cantar “Paquito el chocolatero”. La diana del día quince se ha convertido en uno de los momentos más esperados de las fiestas. Lo que hasta hace unos años era un pasacalles a modo de diana matinal por parte de la banda de música, ahora es todo un paseo por las calles de la localidad, acompañando a la banda, cantando y bailando al son de “Paquito chocolatero”, donde mayores y niños gastan las últimas fuerzas que aún les quedan después de la noche de vela.

San Roque, copatrón de la villa, también ha aportado algo a esta diana. Este santo varón va siempre acompañado de un perrillo, del que se dice que “Ramón y Ramírez le cortaron el rabo”. Pues bien, las gentes de Carchelejo, siempre prestas a la diversión y al buen humor, arropan al la “Cofradía del rabo del perrillo de San Roque”, durante este recorrido popular y matinal del día quinde. No parece cierto, pero al finalizar este pasacalles, entre las 10.30 y las 11 de la mañana, hay muchos aún que se resisten a irse a descansar y poner un punto y seguido a casi veinticuatro horas de actos y diversión ininterrumpidos.

Pocas hora más tarde, en el mediodía, la cita es en los chiringuitos, donde todo el pueblo se reúne para picar algo y continuar la fiesta. Posteriormente, un baño, el traje nuevo y a las embajadas.Los tambores están de nuevo en las calles. Llaman a las tropas moras y a las cristianas. La batalla es de nuevo inminente. El rey moro y el embajador del rey cristiano, cobijados por sus respectivos ejércitos, se encuentran frente a frente en el redondel de la plaza. Las embajadas han comenzado. Se trata de una representación en tres actos, durante la cual, ambos líderes debaten a pie y a caballo. De desarrollan en torno a un texto en verso, que cuenta con vestigios de diversas épocas históricas, entre ellas: de la Reconquista, de principios de 1800 o del reinado de Fernando VII (algunas teorías apuntan a que estas representaciones nacieron en la época de ocupación francesa, para plantear una especie de metáfora) incluso se actualizan con referencias a nuestro actual Rey, Juan Carlos I.

La fuerza del texto y la calidad de los intérpretes hacen de esta obra una representación realmente impactante para el espectador novel. La culminación es una lucha, espada en mano, en la que el embajador cristiano vence al rey moro y lo gana para la causa. Una vez éste convertido y unido al bando cristiano, las tropas moras caen sin remisión y la imagen de la Virgen del Rosario vuelve a poder cristiano.

La pólvora juega un importante papel en esta representación, ya que a cada momento de fuerza y de tensión le sigue una gran cantidad de disparos procedentes de las escopetas y trabucos que rodean el recinto donde tiene lugar la representación.
Los moros ya han sido derrotados, “Virgen, castillo y villa”, vuelven a manos cristianas. Ahora habrá que esperar un año más para que moros y cristianos vuelvan a tomar las calles de la localidad y vuelvan a hacer a los propios ciudadanos partícipes de su historia y de sus tradiciones. Sin embargo, en Carchelejo la fiesta no ha terminado todavía. Queda aún mucha diversión. En la noche, cada grupo cuenta con su ubicación. A primera hora son las terrazas de los bares las más solicitadas, donde es un placer “salir a tapear”. Luego, conforme las horas avanzan el epicentro se va desplazando hacia la caseta municipal o los diferentes chiringuitos.

El día 16 es a San Roque al que se le tributa homenaje con un procesión. Sin embargo, es con la novillada con uno de los actos que más disfruta todo el pueblo. Son varias las peñas que un año tras otro animan los previos con pasacalles, e incluso con canciones y bailes una vez en la plaza donde se celebra el festejo taurino. La vaquilla, para los “aficionados locales”, que pone punto y final a la novillada, es esperada cada año con ilusión.

Por la noche, la luz y el color de los fuegos ponen punto y final a unas fiestas que cada año son más participativas.

 María Irene Bueno Valdivia
(Extraído del libro “A ti, Señora de Carchelejo”).

 

FIESTA DE MOROS Y CRISTIANOS


ORÍGENES DE LAS CELEBRACIONES Y VINCULACIONES.

 moro2¿Dónde está el origen de la celebración de las Fiestas de Moros y Cristianos y su vinculación con la Virgen del Rosario en Carchelejo?


La festividad de la Virgen del Rosario se instaura a instancias del Papa Gregorio XIII, en conmemoración de la victoria naval obtenida sobre los turcos por la armada cristiana en la batalla de Lepanto el día 7 de octubre de 1571. Dicha armada cristiana estaba bajo la advocación de la Virgen del Rosario, como así figura en el estandarte que se conserva en el Museo Nacional de la Marina.


Son varias las teorías que se pueden lanzar sobre el origen de estas fiestas de moros y cristianos. Por una parte, hay que significar el hondo sentido guerrero, donde se puede apreciar las vicisitudes históricas de unas poblaciones fronterizas durante 250 años con los musulmanes granadinos (caso de Carchelejo, Campillo de Arenas y Bélmez de la Moraleda).

Por otro lado, hemos de considerar la identificación básica que realiza el pueblo llano entre victoria e intervención sobrenatural, simultaneando las representaciones de moros y cristianos con las fiestas de la patrona. Esta coincidencia puede tener su origen en el adiestramiento que periódicamente debían realizar las milicias concejiles y con el paso del tiempo llegó a hacerse coincidir con las fiestas patronales, días en que se abandonan los trabajos agrícolas y aprovechan para realizar la instrucción militar.

 

carcheles1Las primeras noticias documentales que se tienen sobre la hermandad de Nuestra Señora del Rosario de Carchelejo, datan del año 1751 y están registradas en el Catastro del Marqués de la Ensenada. La hermandad tenía como obligación anual la realización de 4 fiestas llanas, 16 fiestas con procesión y “una fiesta con procesión, cura, sacristán y sermón”. Esta última fiesta pudiera ser la fiesta mayor de la hermandad..

El texto de Las Embajadas, lleno de tópicos, menciones doctrinales y referencias históricas, es una mezcla de hechos que se quieren conmemorar, como la ya mencionada batalla de Lepanto, las luchas contra los protestantes y judíos y sobre todo la lucha del cristianismo católico, presente en la mentalidad social y en la tradición popular, a la que se le suma una doctrina religiosa, reflejada en el acto de confirmación de fe de los misterios de la Trinidad y de la virginidad de la Virgen. El resto son actualizaciones, adiciones que la propia tradición oral va incluyendo según marca el devenir de la historia de España, como por ejemplo las alusiones a Fernando VII, una vez acabada la guerra de la Independencia. O a los cristianos nacionalistas.No puedo determinar el origen de estas fiestas de moros y cristianos de Carchelejo, pero seguramente que la unión entre la devoción a la Virgen del Rosario, la obligación de realizar fiestas anuales por parte de su hermandad y los referentes militares antes citados han dado lugar a la actual fiesta. Esto nos hace reflexionar en la dirección de que las tradiciones son y deben ser siempre cambiantes, pues de lo contrario puede llegar el momento en que se comprenda el motivo o fundamento de las fiestas, se vayan anquilosando los diálogos, los textos, hasta el punto de no comprenderlos.

 Esta cambio demuestra que la tradición sigue viva, fresca, que de ella participan las personas que la hacen y la viven y por lo tanto que nunca morirá.

 


Jorge González Cano
Cronista oficial de Cárcheles
(Extraído del libro “A ti, Señora de Carchelejo”)

 SAN ANTÓN

Se Celebra el dia 17 de Enero, Es una de las pocas fiestas que no se han desplazado al verano, tal vez porque entonces tiene lugar la de la virgen del Rosario, su otra patrona. Hay un idcho en la comarca que alude a esta devoción: “San Antón en Cárcel, llueva o rabie”. La vispera se hacen lumbres por la noche, en las calles, a cuyo alrededor se reunen los vecinos hasta altas horas de la madrgada. Actualmente se ha recuperado la tradición del “Cochinillo de San Antón”, que se cría por todos los vecinos del pueblo.

El Calendario de Lola Torres recoge un melenchon propio de Cárchel que se cantaba en la noche de San Antón:

Si si con el si si
Sa sa con el sa sa
La que no tenga novio
No se puede casar

 


SAN ANTONIO

Días de celebración: 13 de Junio, fiesta del santo.

La fiesta nocturna, el baile se desarrolla en la calle del Pilar, en torno a un pequeño altar del Santo situado entre un bazar y un bar.

Anteriormente estuvo situado en la calle de San Antonio, que aun existe hoy.
Las madres acompañaban a sus hijas al baile, vigilando su comportamiento.
Se realizan varios concursos, entre otros el de ornamentación de fachadas.
San Antonio, ademas de ser un santo casamentero, es mu útil para encomendarle cosas perdidas, que dicen que así aparecen de nuevo.
Organizan esta fiesta, que se habia perdido, la asociación cultural La Mezquita (ya desaparecida), de la localidad de Carchelejo, que en los años que funcionó, desarrolló una gran labor de recuperación de las antiguas fiestas del pueblo.


LLEGADA DE LA HERMANDAD DE LA VIRGEN DE LA CABEZA

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Estas imagenes corresponden a una tradición muy antigua que consiste en recibir, a la entrada del pueblo (primero en Carchelejo y despues en Cárchel) a la Cofradía de Colomera, que a su vez se dirige al Santuario de la Virgen de la Cabeza.En la recepción, propiamente dicha, un abanderado a caballo es el que se encarga de inicar el acto, con la posterior union de las banderas.

Más tarde, las cofradías del pueblo y la de Colomera se dirigen juntas hacia la Iglesia, donde se canta una Salve, acto que dura unos minutos, tras los cuales, pasan por algunas calles de la localidad, hasta llegar al campo de fútbol.

Allí se agitan las banderas para deleite de los vecinos del pueblo.

Posteriormente se dirigen hacia Carchel donde se repite el proceso de igual forma aunque de forma más breve.




Ayuntamiento de Cárcheles

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